La cosmética ecológica utiliza ingredientes naturales y orgánicos en lugar de productos sintéticos o químicos. Estos ingredientes son cultivados de manera sostenible y respetando el medio ambiente, sin utilizar pesticidas ni fertilizantes químicos.
La cosmética ecológica también se caracteriza por no llevar ingredientes derivados de animales, como grasas animales o colágeno, y por no ser probada ni testeada en animales. Además, se evita el uso de colorantes, fragancias y conservantes sintéticos, empleando en su lugar ingredientes naturales como aceites esenciales y extractos de plantas.
El objetivo de la cosmética ecológica es cuidar y proteger la piel de forma natural, evitando el uso de sustancias tóxicas que pueden ser perjudiciales tanto para la salud como para el medio ambiente. También contribuye al desarrollo sostenible al apoyar la producción de ingredientes naturales y orgánicos.
La cosmética ecológica no solo busca beneficiar a los consumidores, sino también promover una industria ética y responsable que tenga en cuenta el bienestar animal y la conservación del medio ambiente.