El paso del tiempo causa grande cambios en nuestra piel, por lo que se ha convertido en el un gran causante de los signos del envejecimiento debido a que el aspecto de la piel ya no es el mismo de cuando se tenía 18 y 25 años, dado que el metabolismo del cuerpo varía luego de los 30 y se produce una pérdida importante del colágeno, que va disminuyendo progresivamente cuando la persona va acercándose a una edad más madura.
El colágeno es una proteína que se ubica entre la epidermis y los músculos, que tiene como función principal mantener la tersura de la piel y la estabilidad de los músculos. La falta de producción de esta proteína, sumado a que las fibras están mucho más expuestas, hacen aparecer las odiadas arrugas, la piel se deteriora y los músculos pierden su firmeza.