Según el dietista certificado Tyler Florek, beber agua con gas no supone ningún riesgo negativo para la salud en general. De hecho, se considera tan hidratante como el agua normal. Además, se ha comprobado que aumenta la sensación de saciedad, puede aliviar el estreñimiento y mejorar la digestión.
En el pasado, se ha planteado la preocupación de que el agua carbonatada pueda dañar el esmalte dental, pero Florek afirma que el riesgo sigue siendo relativamente bajo. De hecho, el agua carbonatada sin añadidos azucarados supone un riesgo menor para la salud dental que las bebidas carbonatadas con azúcares.